Expulsión de judíos en 1492 y España como un país antisemita

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“ES LAMENTABLE EN EXTREMO QUE LOS MITOS DE LA HISPANOFOBIA LLEVEN LA ETIQUETA DE LA RESPETABILIDAD INTELECTUAL. ESTO CONTRASTA CON PREJUICIOS TALES COMO EL DE LA SUPREMACÍA BLANCA O EL DENOMINADO ANTISEMITISMO QUE, MUY AL CONTRARIO, NO LLEVAN TAL PASAPORTE.” PHILIP. W. POWELL, EL ÁRBOL DEL ODIO, 5; CITADO EN MARÍA ELVIRA ROCA BAREA, IMPERIOFOBIA Y LEYENDA NEGRA, 84)

 

Leyenda negra y prejuicios contra los españoles

Como breve reseña del autor, Phillip Wayne Powell (19131987) fue un historiador y profesor estadounidense especializado en la historia de España en el Nuevo Mundo y del Suroeste de Estados Unidos

Uno de sus libros más conocidos es “Árbol de Odio: La Leyenda Negra, Sus Consecuencias en las Relaciones entre EEUU y el Mundo Hispánico”, donde expone la hispanofobia de EEUU y el adoctrinamiento contra la historia de España. Como muchos historiadores extranjeros que profundizaron en la historia de la tierra de conejos y quedaron fascinados. 

Al margen de la observación de Powell sobre la doble vara de medir, nos centraremos en la acusación de que España es un país antisemita donde se expulsaron a los judíos en 1492. Esta afirmación, además de estar descontextualizada y errónea técnicamente hablando, es un buen ejemplo de cómo los prejuicios sobre España se han ido creando o modificando en función de los intereses de los difamadores.

La leyenda negra que hoy nos tacha de país antisemita es la misma que durante el siglo XV y aún durante el XVI nos repudiaba precisamente por lo contrario. Como hemos explicado en el origen de la leyenda negra, los humanistas italianos nos consideraban católicos de segunda o católicos impuros, ya que en nuestra península habíamos vivido con moros y judíos. Por lo que nuestra sangre estaba mezclada y era impura. Bajo este argumento que hoy catalogaríamos de racista, los insultos a los españoles han ido variando desde impuros y marranos, hasta retrógrados y antisemitas.

A menudo se presenta la expulsión de los judíos en España como si hubiese sido una anomalía propia de los retrógrados y católicos españoles, lo cual puede venir muy bien a según qué lobbys o políticos de turno, pero es una afirmación históricamente falsa y que merece la pena contextualizar. Un buen ejemplo de ignorancia y vergüenza ajena lo encontramos en Clara Ponsatí. La ex consejera de Puigdemont, que en otro alarde de “rigor histórico”, tuvo la osadía de decir en Estrasburgo que los Reyes Católicos fueron la inspiración de Hitler. 

 

Algunos datos sobre la expulsión de los judíos durante la Edad Media

 Por unos u otros motivos, la expulsión de los judíos ha sido una constante a lo largo de la historia. Centrándonos única y exclusivamente en Europa, hubo numerosos países que expulsaron a los judíos antes y después, además de ser expulsiones mucho más duras que la que sufrieron en España. 

Estos son algunos de los países que se suelen omitir: la primera potencia en expulsarlos masivamente fue Inglaterra en el año 1290 bajo el reinado de Eduardo I, el Piernas Largas, doscientos años antes que España; le siguió Francia en 1306, 1321, 1322 y en 1394 (esta última también fue en grandes proporciones); Hungría los expulsó en 1349; Austria en 1421; fueron invitados a irse forzosamente de diferentes localidades de Italia y Alemania durante los siglos XV y XVI; en Lituania los expulsaron en 1445 y 1495; Portugal en 1497; Bohemia y Moravia (actual República Checa) en 1744; y durante el siglo XX tampoco estuvieron a salvo. Para variar, unos tienen la fama y otros cardan la lana.

Por otro lado, el uso de la palabra expulsión para definir la marcha de los judíos de España es matizable. En España no se expulsó a los judíos como tal, únicamente a aquellos que no querían convertirse al cristianismo -que igualmente es intolerable a ojos del siglo XXI, pero que era muy común en el siglo XV-. A efectos prácticos suponía lo mismo para aquellos que no querían renunciar a su religión, pero no lo supuso para aproximadamente al 60% de la comunidad judía que se convirtió y se quedó en España.  

 

Unificación política y religiosa de los Reyes Católicos

Entre los múltiples datos que habitualmente se omiten, debemos señalar que el edicto de expulsión del 1492 es un proyecto de los Reyes Católicos para la unificación política y religiosa del país. Algunos autores señalan que pudo ser el motivo por el que en España no tuviésemos guerras de religión como las que asolaron Europa en los siglos posteriores. Esta unificación se produjo tras diferentes intentos de realizar una conversión pacífica al cristianismo sin el uso de medios coactivos. 

Tanto es así que aquellos que decidieron mantener su religión y marcharse de España, conservaron todos sus bienes salvo el oro y la plata, lo cual no sucedió en muchos otros países donde además de ser expulsados les confiscaron todos sus bienes. 

Un ejemplo de los muchos descendientes de judíos conversos que se quedaron en España fueron: Fernando del Pulgar y Diego de San Pedro, Santa Teresa, San Juan de la Cruz, Fernando de Rojas, Fray Luis de León, Diego de Velázquez, el propio Miguel de Cervantes, e incluso el rey Fernando el Católico tenía una abuela judía.

 

Sobre el supuesto antisemitismo español

 

Políticamente Incorrecto Leyenda negra

Respecto la acusación de antisemitismo, hay que recordar que la comunidad judía estaba muy asentada en España, por lo que su expulsión en 1492 fue traumática para ambas partes. Dentro de la tolerancia religiosa que se puede esperar en la Edad Media -donde el relato posmoderno actual pretende hacernos creer que las tres culturas vivían poco menos que en paz y armonía y que la rápida expansión de los musulmanes se debió a su tolerancia con otras culturas-, de la misma forma que hubo matanzas y reclusiones entre los siglos XIII y XV, también gozaban de algunas libertades o privilegios para ser la religión minoritaria en una época caracterizada por su intolerancia religiosa. 

Antes de su obligada conversión, los judíos que vivían en España estaban exentos de pagar el diezmo, eran propietarios de tierras (lo cual les era negado en otros países), tenían una legislación propia donde elegían a sus propios representantes y jueces, y ocupaban altos cargos en la administración del reino. Debido a estos factores, la comunidad judía en España fue la más numerosa de Euro

pa durante el siglo XIII y, a partir de entonces, comenzamos a recibir más emigrantes judíos que habían sido expulsados de otros países.

 

Ángel Sanz Briz, “El ángel de Budapest” 

De la misma forma que algunos se empeñan en tachar de antisemitas a los españoles por acontecimientos de hace más de 500 años, ¿Habrán oído hablar estos defensores de la comunidad judía de Ángel Sanz Briz? Casi todos conocemos la película estadounidense de “La lista de Schindler”, donde el miembro del partido nazi Oskar Schindler, elabora un plan para salvar la vida de mil judíos durante el Holocausto nazi en Alemania.

Esta increíble historia tiene su homólogo español en Ángel Sanz Briz, “El ángel de Budapest”, salvo porque en vez de salvar en torno a mil personas, consigue salvar entre cuatro y cinco mil judíos en el avance de los nazis en la capital húngara. ¿Deberían estos defensores de las injusticias reevaluar sus juicios morales y analizar si tienen más peso acontecimientos que tuvieron lugar hace más de medio milenio que los que hace menos de un siglo? ¿Se habrán dado cuenta de que no se puede generalizar el carácter de un país por informaciones sesgadas y anacrónicas?

 

En definitiva

Sintetizando lo expuesto en líneas anteriores, la estigmatización de España como un país antisemita donde se expulsó masivamente a los judíos es una afirmación falsa y descontextualizada, como todos los tópicos que conforman nuestra leyenda negra.

¿Es justo señalar a España por la expulsión de los judíos cuando sucedieron muchas otras expulsiones en otros países, tanto antes como después, y además mucho más hostiles y duras para los expulsados?

¿Podríamos hablar de antisemitismo en un país donde los judíos contaban con exenciones fiscales, regían su propia política y justicia y ocupaban cargos de importancia en la administración del reino? y por último

¿La afirmación de Clara Ponsatí está justificada o es otro ejemplo de manipulación histórica, difamación y victimismo al que nos tienen acostumbrados? En nuestra opinión la respuesta es obvia. Si te ha gustado el post, probablemente te gusten nuestro artículo sobre las camisetas contra la leyenda negra. 

 

 

Bibliografía

OK Diario – Ponsatí dice que los Reyes Católicos fueron «la inspiración» del genocidio antisemita de Hitler

Pedro Insúa; Prólogo del libro Sobre la leyenda negra de Iván Vélez

Iván Vélez, Sobre la leyenda negra 

Alberto G. Ibañez, La leyenda negra historia del odio a España

María Elvira Roca Barea, Imperiofobia y Leyenda Negra

Comentarios (1)

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