El Manual del Dictador

El manual del dictador

Bruno Bueno de Mesquita y Alistair Smith 

El libro en cuestión es Manual del dictador, de Bruce Bueno de Mesquita y Alastair Smith. Como breve introducción de los autores, debemos señalar que ambos son catedráticos en EEUU, han asesorado al gobierno de su país en cuestiones de seguridad nacional y, en el caso de Bueno de Mesquita, ha creado un equipo de trabajo que le ha permite predecir acontecimientos futuros. Literalmente. 

Combinando la Teoría de juegos de Nash y sus conocimientos sobre sociología y ciencias políticas -desarrollados en el libro que nos ocupa-, ha conseguido establecer un modelo predictivo con más del 90% de acierto. Es por ello que agencias como la CIA o el Departamento de Defensa de EEUU se han servido de su conocimiento, además de grandes empresas del sector privado. 

Seguramente te gustaría tener un conocimiento tan preciso que te permitiese predecir el futuro, o al menos acercarte. Sentimos decirte que, si antes de leer este post no tenías habilidades relacionadas con la futurología, dudamos mucho que las adquieras gracias a este resumen. Lo que sí te podemos asegurar es que vas a leer una visión poco convencional de la política. 

 

Por qué deberías leer el Manual del dictador 

A nivel popular nadie nos enseña a interpretar la política, y aún menos la geopolítica. Puede que esa sea una de las llaves para mantener a una población dividida y sumisa. Sea como fuere, El manual del dictador ofrece una guía para entender la del poder y que los ciudadanos podamos sacar nuestras propias conclusiones. 

En esta publicación trataremos de sintetizar un libro de obligada lectura para todas aquellas personas interesadas en la política y el poder. Incidimos en que “trataremos de sintetizar” ya que es un libro que no deja de explicar conceptos teóricos y su aplicación práctica a lo largo de sus más de 300 páginas, ya sea con ejemplos históricos o contemporáneos.

Como es imposible abordar todo el libro en un simple post, te contamos cuáles son las más importantes para nosotros:

 

Conceptos clave de El Manual del Dictador

No hablar de cuestiones abstractas.

Una de las primeras enseñanzas del libro es hablar sobre personas concretas en vez de entidades, organizaciones u otras agrupaciones abstractas. Las decisiones las toman personas concretas con intereses propios y concretos. Ningún país o pueblo toman decisiones, las toman las personas que gobiernan dichos territorios. Hablar de España, la UE o el Gobierno para explicar decisiones políticas solo obstaculiza el análisis crítico de los ciudadanos y ayuda a que los responsables escurran el bulto.

 

La falacia del absolutismo.

Ningún gobernante puede alcanzar y mantenerse en el poder solo. Todos los gobernantes necesitan rodearse de un grupo de personas con el poder suficiente como para mantenerle en el poder. A cambio, el gobernante deberá comprar su apoyo y no descuidarse con los pagos, ya que la disminución de los ingresos del grupo de personas esenciales es el detonante más habitual de golpes de Estado. 

 

Tres dimensiones políticas:

Atento porque probablemente este sea el eje central del libro: los dirigentes, ya sean políticos o CEOs de grandes empresas, interpretan los juegos de poder de manera diferente. 

Todas las estructuras de gobierno, incluidos Estados y empresas, analizan los juegos de poder de la siguiente manera: selectorado nominal, selectorado real y coalición ganadora. 

  • Selectorado nominal (o intercambiables): todas aquellas personas que teóricamente tienen influencia a la hora de que un gobernante acceda al poder, aunque sea mínima. 
  • Selectorado real (o influyentes): el grupo de personas de cuya decisión sale realmente el dirigente elegido.
  • Coalición ganadora (o esenciales): el grupo mínimo de personas con el poder suficiente como para mantener al líder en el poder. 

 

Para Bueno de Mesquita no hay diferencias reales en la forma de gobernar entre las autocracias y las democracias, ya que han existido democracias tremendamente autoritarias y autocracias que han respetado los derechos civiles. La diferencia reside en la estructura de la del sistema, la cual tiene una influencia directa en la manera que se comportan sus gobernantes respecto al pueblo. Cuanto mayor sea la coalición ganadora, más “democrático” será el sistema; asimismo, cuanto menor sea el número de personas de las que depende el 

La “democratización” del sistema depende de los apoyos que el gobernante necesite para alcanzar y mantener el poder. Cuantos menos apoyos necesite, más pequeña será la coalición ganadora y más autocrático será el sistema. 

Ejemplifiquemos la explicación con el acceso al poder en dos países con modelos diferentes:

En un país democrático (EEUU) – El selectorado nominal serían todos los votantes , el selectorado real todos los votantes que dieron su voto al partido vencedor y la coalición ganadora el grupo mínimo de votantes, distribuido selectivamente por los diferentes estados, cuyo apoyo se traduce en victoria presidencial -como los autores explican en el libro, dada la estructura federal de las elecciones en EEUU, se puede controlar el poder ejecutivo y el legislativo con sólo un quinto de los votos. Siempre y cuando estos estén situados de manera correcta-

En un país autocrático (URSS) – El grupo de intercambiables serían todos las personas con derecho a voto en la URSS, ya que votar era obligatorio. Los influyentes serían todos los miembros del Partido Comunista y los esenciales los integrantes del Politburó. 

 

Sin dinero no hay poder. 

Todo dirigente necesita pagar a aquellas personas que le mantienen en el poder, es por ello que ninguna revolución triunfa sin financiación, y ningún autócrata se mantiene en el poder si no consigue acceder a las fuentes de ingresos. 

El juego se trata de extraer rentas de los grupos de personas ajenos al selectorado nominal e ir redistribuyendo el dinero de abajo a arriba, especialmente a los influyentes y esenciales. Dependiendo del tamaño de la coalición ganadora, estos pagos se harán de manera directa (transferencias) o indirecta (subvenciones). 

Cuando se trata de un país pobre, o mejor dicho, de un país rico en recursos naturales, la prioridad siempre es tener el control de dichos recursos. Favorecer el crecimiento económico para extraer la renta de los súbditos no es una prioridad para los gobernantes de estos países, los cuales suelen tener grupos de esenciales muy reducidos. ¿Cuántos países conoces que sean extremadamente ricos en recursos naturales y a la vez “democráticos”?

Y no solo por el egoísmo y la crueldad de los dirigentes autocráticos. Bruce Bueno de Mesquita y Alistair Smith también señalan que muchas veces son los países ricos y democráticos los que sostienen a los tiranos. Es mucho más barato negociar con un grupo reducido de déspotas que expolian despreocupadamente los recursos del país que gobiernan que negociar con una coalición ganadora grande. Cuantas menos personas haya en la coalición ganadora, a menos personas habrá que “comprar” y más baratos obtendremos los recursos. 

Esto explica por qué muchos de los revolucionarios del siglo pasado y del presente han sido financiados por personas pertenecientes a países ricos o grandes empresas extranjeras, aun siendo estas, a priori, contrarias ideológicamente. También explica por qué la inmensa mayoría de los países ricos en recursos siguen estando subdesarrollados y los golpes de estado ocurren continuamente. Sobran ejemplos de gobernantes autocráticos bien vistos por la comunidad internacional y, de repente, pasan a ser enemigos de la humanidad y un repentino golpe de Estado los expulsa del poder. 

 

Los demócratas no son ángeles.

Los políticos se rigen por sus propios intereses, habitualmente contrarios al interés de la población en general e incluso de sus selectorado nominal. Si los demócratas parecen ser amables y preocuparse por las personas es porque tienen un grupo de esenciales demasiado grande y necesitan mayor apoyo. 

Sin intención de alargar el post más de la cuenta, ya que todo lo que aparece en el libro es interesante, terminaremos con una reflexión final de los autores sobre la votación en bloque dentro de las “democracias”. Puede que si vives en España te suene de algo: 

“La votación en bloque toma las instituciones democráticas y las hace aparecer como sociedades anónimas. Todos los votantes o acciones tienen un derecho nominal a votar, pero de hecho todo el poder se haya en unos pocos actores clave que pueden controlar los votos de grandes cantidades de acciones o de un gran número de votos en sus pueblos. La votación en bloque hace que los sistemas democráticos con coaliciones grandes funcionen como si fuesen autocráticos, pues dan lugar a que el número de influyentes -es decir, la gente cuyas decisiones verdaderamente importan- sea mucho menor que el selectorado nominal, formado por el resto de votantes.”

 

Si quieres aprender más sobre el libro y los conceptos de estos profesores, te recomendamos que lo adquieras directamente. 

 

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